Bryce y Misty pagaron sus deudas, abandonaron la ciudad y pasaron los últimos 12 años construyendo una casa de adobe, viviendo fuera de la red y educando a sus dos hijas en casa.

Viven sin coches, por lo que para transportarse utilizan taxis y bicicletas, y con el tiempo esperan tener un carro que sus dos caballos puedan tirar.

Misty y Bryce Murph'Ariens se conocieron mientras vivían en Hamilton, Ontario, Canadá. Ambos eran chefs urbanos y se dieron cuenta de que la vida urbana no era para ellos. Misty sufría de fuertes migrañas y siempre se sentía mucho mejor cuando visitaba la casa rural de la abuela de Bryce. Amaban la paz y la tranquilidad del campo.

“La casa de la abuela de Bryce estaba muy tranquila y nos sentíamos constantemente decepcionados cuando teníamos que irnos y regresar a la ciudad”, explicó Misty.

No solo les gustaba la idea de vivir en el campo, sino que también querían ir un paso más allá. Querían ser autosuficientes. La pareja pasó tres años aprendiendo a heredar. Finalmente, en 2009, compraron un terreno agrícola en una zona rural forestal canadiense por 1400 dólares estadounidenses.

Construyendo tu hogar, dulce hogar

El terreno era un sueño, pero distaba mucho de ser perfecto. Estaba cubierto de basura y materiales abandonados. Pasaron las primeras semanas simplemente limpiando el terreno. Luego, los cuatro meses siguientes, construyeron una casa de adobe. Esta casa está hecha de un material natural compuesto por arcilla, arena y paja. En total, construir su casa costó solo $10,000.

“Mientras que la mayoría de las personas pasan la mayor parte de su tiempo trabajando para satisfacer las necesidades de la vida, nosotros pasamos nuestro tiempo trabajando para adquirir esas necesidades directamente”, explicó Bryce.

Saben que su estilo de vida no es para todos. Sin embargo, para su familia, funciona. Nunca han sido más felices.

Claro que vivir así tiene sus desafíos, y no me refiero solo al arduo trabajo que conlleva ser propietario de una propiedad como esta. En 2019, el ayuntamiento local les dijo que no tenían permiso legal para vivir en su minicasa. Dijeron que los Murph'Arien necesitaban un permiso de construcción para su casa. Esto se debe a que no contaban con un permiso oficial cuando empezaron a construir.

La pareja dice que llamaron al administrador del edificio antes de empezar la construcción para obtener detalles sobre lo que podían y no podían hacer. Después de todo, querían cumplir las normas. Su plan inicial era hacerlo tan pequeño que no necesitaran permiso. Finalmente, les dijeron que si necesitaban maquinaria pesada para construir, necesitaban un permiso. En esencia, dijo, si podían construir solo con una pala, no necesitaban permiso.

Un empleado municipal incluso los visitó mientras construían y no tuvo ningún problema. No fue hasta que la ciudad recibió una queja en 2018 que surgieron los problemas. Pasaron un año enviando cartas a la ciudad e incluso tuvieron que recurrir a los tribunales. Por suerte, llegaron a un acuerdo con la ciudad y aún viven en su encantadora casita.

¿Qué te parece este estilo de vida alternativo? ¿Considerarías vivir así?